Por Federico Simonetti 
                  
                  El 15 por ciento de las empresas que realizaron búsquedas 
                  de trabajadores durante el primer trimestre del año no 
                  encontró mano de obra capacitada para cubrir los puestos 
                  requeridos. El dato, difundido por el Indec, revela que los 
                  recursos humanos formados y con experiencia son insuficientes 
                  para acompañar el crecimiento de la economía. El sector más 
                  afectado es la industria. Según el informe Demanda Laboral 
                  Insatisfecha (encuesta sobre 2200 empresas en marzo pasado), 
                  el 73 por ciento de las frustradas búsquedas de personal 
                  corresponde al sector producción y mantenimiento, mientras que 
                  el resto se lo reparten las áreas administrativas y de 
                  comercialización con un 13 por ciento cada una. 
                  Los especialistas consultados por este suplemento coinciden 
                  en que el origen de ese problema se encuentra en los despidos 
                  de personal capacitado realizados por las empresas en la 
                  década pasada. “Es el producto de una política empresarial que 
                  tendió a reemplazar la producción por la importación y la mano 
                  de obra calificada, por mano de obra no calificada, sin 
                  experiencia sindical y mucho más barata”, señaló Oscar 
                  Martínez, director del Taller de Estudios Laborales. Los años 
                  de freno experimentados por ciertas industrias produjeron que 
                  muchos de los expulsados de sus antiguos oficios hoy no estén 
                  en edad de retomarlos o prefieran continuar en sus ocupaciones 
                  actuales lejos de sus antiguas tareas. 
                  Sin embargo, no todos los casos de demanda laboral 
                  insatisfecha responden a oficios tradicionales. Por caso, en 
                  rubros como programación de software y el resurgimiento de la 
                  industria forestal la demanda de personal no encuentra 
                  respuesta. En ese último sector, más del 80 por ciento de las 
                  empresas están buscando trabajadores. Según el Indec, el 
                  ranking de sectores afectados lo encabeza Fabricación de 
                  productos de caucho y plástico, donde una de cada dos 
                  búsquedas resultó infructuosa. Le siguen la industria 
                  automotriz, con el 43 por ciento de demanda laboral 
                  insatisfecha; la fabricación de productos minerales no 
                  metálicos, con el 33 por ciento; y la industria gráfica y la 
                  hotelería con el 30 por ciento cada una. 
                  La peor situación se verifica en las pymes, que enfrentan 
                  un desafío doble: por un lado, una menor capacidad de difusión 
                  –ya sea mediante avisos clasificados o agencias– para convocar 
                  personal y, por otro, la dificultad para retener a sus 
                  trabajadores ante mejoras de salarios que ofrecen grandes 
                  compañías. Se estima que cerca del 50 por ciento de las pymes 
                  tienen problemas para conseguir personal calificado y en no 
                  pocas industrias esta falencia se traduce en una directa 
                  pérdida de negocios. 
                  En lo que respecta a la calificación solicitada por las 
                  empresas, el 42 por ciento de los puestos no cubiertos 
                  corresponde a técnicos, mientras que un 30 por ciento para 
                  operarios y un 27 por ciento para profesionales. Esos 
                  porcentajes se explican en la caída de la matrícula de las 
                  escuelas técnicas: sólo en la ciudad de Buenos Aires se redujo 
                  a la mitad en 20 años. Sin embargo, para Oscar Martínez no se 
                  trata de una cuestión de instrucción: “Lo que está faltando no 
                  es mano de obra con un título técnico o un título 
                  universitario sino que tenga experiencia en el desarrollo de 
                  la tarea, y la experiencia se construye a través de los años 
                  de trabajo”, asegura el director del TEL. 
                  Daniel Hernández, director nacional de Orientación y 
                  Formación Profesional del Ministerio de Trabajo, afirma que el 
                  mayor inconveniente radica en que “se produjo una ruptura en 
                  la cadena de enseñanza de un oficio, en la transmisión 
                  cotidiana de los que saben a los que están aprendiendo. Y nada 
                  descalifica más a un trabajador que la desocupación”. Varios 
                  programas impulsados desde ese ministerio y la Secretaría de 
                  Industria tratan de buscar soluciones a la demanda laboral 
                  insatisfecha. Se llaman “Planes Sectoriales de Capacitación”: 
                  ante el pedido concreto de una determinada industria, el 
                  Estado junto a organizaciones sindicales y educativas asumen 
                  la tarea de capacitar trabajadores siempre y cuando el sector 
                  interesado se comprometa a absorber esa mano de obra. Con este 
                  sistema ya se han preparado 53.000 trabajadores para sectores 
                  como agroindustria, metalurgia, construcción, textil, plástico 
                  y maderera. Y se ha logrado una inserción en el mercado 
                  laboral de 21.000 
          trabajadores.