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16 de mayo de 2011
El Frente Amplio reafirmó su camino contra la impunidad
Votará en Diputados la Ley Interpretativa
El Plenario del Frente Amplio, integrado por representantes de los partidos políticos de la coalición y de las bases, ratificó el sábado su apoyo al proyecto de la Ley Interpretativa, ya aprobado en el Senado. Se convoca a la población a acompañar a los diputados este jueves 19 de mayo

PLENARIO NACIONAL DEL FRENTE AMPLIO

14 DE MAYO DE 2001

DECLARACION

El Plenario Nacional del Frente Amplio, reunido en el día de la fecha, declara:

1.- Reafirma el camino que el Frente Amplio ha seguido en la lucha por verdad y justicia.

2.- Reitera el respaldo a nuestro gobierno en las políticas de derechos humanos instrumentadas a partir del gobierno encabezado por el Cro. Tabaré Vázquez y continuadas por la actual administración, encabezado por el Cro. José Mujica.

3.- Celebra la firme decisión del Presidente de la República, de revertir los actos administrativos que abre la posibilidad de que las denuncias de violaciones de los derechos humanos ocurridas en la dictadura, sean analizadas y resueltas por el Poder Judicial.

4.- Crea una Comisión que se instale de inmediato, y que en un plazo máximo de 30 días informará a la Mesa Política, analizando las diferentes propuestas de este Plenario sobre profundización de los caminos por verdad y justicia y, especialmente, la de evaluar una convocatoria a nuestro pueblo en los próximos meses, para que, a través de una consulta popular, reafirme dicho camino de verdad y justicia.

5.- Reconoce y destaca la labor y entrega de nuestro Presidente, el Cro. Jorge Brovetto, en la búsqueda de consensos y unidad de nuestra fuerza política para reafirmar nuestra lucha por verdad y justicia.

6.- Convoca a todo el pueblo uruguayo a concurrir a la Cámara de Diputados a la sesión del próximo 19 de mayo.

APROBADA POR MAYORIA (1)

Montevideo, 14 de mayo de 2010


(1) Nota: La decisión se tomo por 137 votos contra 1, y 8 abstenciones. Según el diario La Republica, la no mención expresa “de reiterar el mandato a los diputados llevó a los delegados de base de Canelones a abstenerse en la votación, y a otro delegado de los comités de base a votar en contra”.


Palabras iniciales del Presidente del FA, Cro. Jorge Brovetto

Creo conveniente, o más aún necesario, comenzar este Plenario, estableciendo con nitidez su cometido y su responsabilidad.

El orden del día votado por la MP establece como cometido del Plenario, realizar el:

“Análisis de la situación política actual, generada como consecuencia de la votación de la ley interpretativa de la ley de caducidad”.

Si esa es nuestra responsabilidad, nada mejor que remitirnos a las propias fuentes del tema, al punto de partida, es decir a lo aprobado en nuestro V Congreso Extraordinario “Zelmar Michelini” celebrado el 13 y 14 de diciembre de 2008.

En los Lineamientos de Perspectivas para el quinquenio 2010 – 2014 del capítulo sobre Uruguay Democrático del Congreso se establece, con rotunda claridad, en relación al tema objeto de nuestro Plenario, leo textualmente:

“La cultura de la impunidad que ha impregnado el accionar de los gobiernos luego de recuperada la democracia deberá quedar definitivamente atrás y en su lugar se forjará una cultura en el respeto a los derechos humanos para los cuales es imprescindible cumplir con el mandato del Congreso anterior de adecuar “la legislación interna a los tratados internacionales ratificados por el país”, incluyendo la anulación de la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, principal estamento de impunidad”

Debe quedar pues claramente establecido que ni en este Plenario, ni en toda la fuerza política, en todo nuestro Frente Amplio, ya sea en su militancia, sus instancias de conducción o en quienes nos representan o han sido electos en cargos de gobierno, no existe duda alguna con respecto al mandato de eliminar de nuestro sistema jurídico la “carga histórica abominable que representa la Ley de Caducidad” según la ha calificado el propio Presidente de la República, el compañero Pepe Mujica.

El tema a consideración es, en todo caso, cuál es la mejor oportunidad y la mejor forma de dar cumplimiento al mandato aceptado y comprometido por todos, todos nosotros sin distinción, sin excepción alguna.

Por cierto que ambos temas: la oportunidad y la forma de adecuar “la legislación interna a los tratados internacionales ratificados por el país” y “la anulación de la Ley de Caducidad” no son temas menores y también ellos tienen connotaciones políticas de peso.

La responsabilidad trasciende los límites de la estructura orgánica e incluso de nuestro electorado, es un hecho importante para la propia vida del país.

También es una realidad insoslayable, yo diría elemental, que, al decidir la forma de lograr nuestro objetivo, analicemos sin preconceptos ni temores, la viabilidad de los caminos propuestos.

De nosotros depende que nuestra resolución esté a la altura de tal importancia.

Antes de emprender esa tarea creo conveniente también que, sin pretender hacer un “raconto”, sobradamente conocido por todos ustedes, del camino recorrido por la fuerza política, tanto por los compañeros que integran sus órganos de conducción (comisiones, MP, Plenario), como también aquellos compañeros involucrados en el tema, tanto del Poder Ejecutivo como del Legislativo, sin pretender hacer un “raconto”, les decía, quisiera destacar la seriedad, dedicación, participación y compromiso con que se trabajó en los órganos del Frente, en la elaboración de las propuestas sometidas a consideración parlamentaria.

Digo en plural “propuestas” porque la originalmente presentada y aprobada en la Cámara de Representantes, fue modificada con el fin de perfeccionarla, por iniciativa de nuestros propios senadores, en la Cámara de Senadores, donde también fue aprobada.

Cabe destacar además que ambas propuestas fueron aprobadas por consenso o por unanimidad en los órganos de conducción del Frente, ya sea por la MP o por este Plenario.

En suma, no solo el trabajo realizado para llegar a esta instancia ha sido intenso y plural, sino que además fue ampliamente divulgado y conocido por todos los que estuvieron y están directa o indirectamente vinculados al tema o tienen responsabilidades en él.

Nadie, absolutamente nadie, puede aducir desconocimiento ni falta de información.

Ahora, que parece estar de moda, o que queda “bien” políticamente, criticar, con razones, o sin ellas, a la “estructura” y a los “organismos” del Frente, es bueno recordar que, al menos en este caso, las cosas se hicieron con responsabilidad y que ni la “estructura” ni los ”organismos” del Frente pueden aceptar como propios y en silencio, los errores o desatenciones ajenas.

Al principio de estas palabras les decía que analizáramos una vez más, si es necesario, sin preconceptos ni temores, los nuevos elementos surgidos de una realidad dinámica. Evaluemos el significado y trascendencia de estos nuevos elementos para valorar debidamente si ellos determinan o aconsejan algún nuevo cambio viable a la resolución ya adoptada por este Plenario.

Uno de esos elementos nuevos es la trascendente decisión del Presidente de la República de firmar un decreto revocatorio de otro de un gobierno anterior, que impedía actuar a la justicia por considerar el caso incluido en la ley de caducidad.

Esta es, nada más y nada menos, que el comienzo de un conjunto de decisiones que pueden llegar a casi un centenar de casos. Son estos, un conjunto de casos en los cuales, de prosperar estas decisiones del Poder Ejecutivo, la justicia ya no estaría impedida de actuar.

Compañeras y compañeros, escuchar y analizar nuevas posibilidades no significa, de manera alguna, postergar ni siquiera enlentecer el proceso ya avanzado.

Yo mismo, ante las nuevas circunstancias políticas y los nuevos elementos legales, como el señalado de la revocación de decretos, solicité a compañeros juristas de nuestro Frente, el estudio del tema y la elaboración de un borrador para enriquecer el análisis que se proponía hacer este Plenario.

La tarea que tenemos por delante tiene, sin duda, complejidades, pero la historia del FA está nutrida de instancias que preanuncian un alto grado de complejidad, pero que más allá de eso, en todas ellas, la fuerza política supo encontrar la solución más apropiada.

Justamente en esa característica se basa buena parte del éxito…

Esta no puede ser, no será, la excepción, porque nuestra fortaleza radica en el debate de ideas y propuestas.

Nuestra unidad se construye en la controversia, no en la obediencia irreflexiva.

Nosotros practicamos la unidad resultante del debate de ideas, debate franco e inteligente, no de la aceptación dogmática de verdades pretendidamente inamovibles.

Nosotros practicamos la unidad fundada en la convicción del objetivo compartido y de la acción política conjunta correspondiente para lograrlo y no la unidad fundada en el cálculo político o de la conveniencia circunstancial.

Esto es una cuestión de ética política. A ella nos ceñimos.

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