6 de febrero de 2007
Ante la Intervención del Gobierno en el INDEC
Declaración del TEL
En una medida totalmente irregular y sin precedentes, el Poder Ejecutivo, a través de la Ministro de Economía, desplazo al Director del IPC (que mide la inflación) e impuso en su lugar a una “delegada” de su confianza.
Al gobierno le preocupa la inflación, ya se sabe, y hace meses que por distintos medios ha puesto en duda la precisión de los números que la miden provistos por el máximo organismo estadístico nacional. Los técnicos del INDEC han defendido la corrección técnica de sus actos y se respaldan en la trayectoria del organismo, la transparencia de sus procedimientos (sometidos periódicamente a revisión crítica pública), su solvencia técnica y en los controles y avales internacionales. Esta discrepancia, si aceptamos la buena fe del gobierno, no se puede saldar por un acto administrativo político de corte autoritario. De aceptarse este tipo de proceder las estadísticas oficiales perderían toda seriedad y se convertirían en un mero argumento de propaganda política de los gobiernos de turno.
Las versiones que nos llegan de los funcionarios del INDEC son altamente preocupantes. Denuncian manejos totalmente incompatibles con la objetividad científica y el respeto laboral. Lo grave es que la conducta del gobierno, desplazando sin ninguna razón y en forma irregular a un técnico con años de trayectoria y poniendo en su lugar un funcionario incondicional de la ministro, da pie a aceptar como verdaderas esas denuncias.
La mayor objetividad técnica posible y fundamentalmente la independencia política de los técnicos del INDEC son condiciones indispensables para que los datos que produce sean confiables y no sean instrumento interesado de ningún sector, incluido el propio gobierno.
El TEL, al igual que otras instituciones que se dedican a al investigación social, necesita contar con información veraz para su labor. Los diagnósticos y recomendaciones que surgen de nuestros estudios utilizan las estadísticas oficiales y suponen su objetividad técnica y política. Lo mismo vale para los distintos organismos del Estado, empresas, instituciones educativas, etc. Pero además, esos datos son utilizados para muchos cálculos que interesan a los trabajadores y a la población en general, y se espera de ellos que jueguen un papel neutral a la hora de negociar, por ejemplo, actualizaciones de salarios o alquileres.
Como usuarios directos de la información que el INDEC produce, como trabajadores y como ciudadanos, pretendemos datos oficiales neutrales y confiables.
Nos preocupa que el saber acumulado y el prestigio técnico ganado a nivel local e internacional por el INDEC, se vea afectado por los intereses circunstanciales de un gobierno de paso, que no tiene el derecho de dilapidar un patrimonio que es del país y de todos nosotros.
Taller de Estudios Laborales