Solidaridad en Conflictos
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13 de septiembre de 2010

Paraná Metal: trabajadores rechazan cesantía masiva
Comunicación con dirigentes de UOM Villa desde el corte de ruta
Se busca la continuidad de la fábrica sin renunciar a derechos elementales

La Agencia FeTERA, entrevistó a Leandro del Greco, Sec. Organización de UOM Villa Constitución, el 08 de septiembre/10, quien nos habló sobre las reuniones sostenidas en el Ministerio de Trabajo, las dificultades de llegar a un acuerdo definitivo, que no implique la cesantías masivas, flexibilización laboral, ni cierre de la planta; el panorama tremendo de los trabajadores que no cobran su salario y las repercusiones de este conflicto en Villa, San Nicolás y Rosario.

¿Compañero Del Greco, cuál es la situación actual en el conflicto con Paraná Metal?

La Planta dejó de producir desde el mes de agosto, hicimos todas las negociaciones y gestiones que estaban a nuestro alcance, pero no pudimos avanzar, ni con la empresa ni con el Ministerio de Trabajo. Ellos plantearon un plan de reconversión de toda la planta que incluía el despido de 600 personas, reducción salarial del orden del 60% y flexibilización laboral dentro de la planta. Todas estas cosas han sido rechazadas por la organización y por los compañeros. Hasta el día de hoy siguen planteando exactamente lo mismo. Por eso realizamos la marcha el 18 de agosto, participamos de la Marcha del 26 de agosto que convocó la CTA y el 2 de septiembre iniciamos el corte de la autopista; aproximadamente a las siete de la tarde del mismo día, nos llamaron del Ministerio de Trabajo para reunirnos el día viernes.

¿Cuál fue el resultado de la reunión en el Ministerio de Trabajo de la Nación?

El viernes en el Ministerio ellos tenían una postura de mínima, nosotros una de máxima; además, en esa reunión no estábamos juntos, nos comunicábamos a través de Tomada. El ministro consideró muy importante la reunión, más allá de que nosotros seguíamos diciendo que la negociación no era favorable. Pero la situación nos ha puesto en este lugar, la planta está cerrada, no se sabe si se va a reabrir. Nosotros estábamos buscando la reapertura inmediata de la planta y un acuerdo que no sea tan perjudicial para los trabajadores.

Ese día no se avanzó mucho y se pasó a un cuarto intermedio. Llegamos al lunes y la respuesta de la empresa al avance que habíamos tenido fue todo no, volvió a la propuesta original con lo que estamos considerando que Cristóbal López se quiere retirar definitivamente de la empresa y de hacerlo deberá entregar la empresa como accionista a Paraná Metal. Mañana nos vamos a reunir con el presidente de la compañía (Carlos Leone), para ver si tenemos un horizonte, si podemos tener una estrategia de cómo sacamos a Paraná Metal adelante, obviamente con la ayuda del Estado, porque lo que nosotros planteamos es que acá la pata fundamental es el Estado, no tanto por lo económico, sino por la cuestión de gestión, porque Paraná Metal vende el 95% de su producción a Brasil y de ese 95% el 80% es de Ford. Necesitamos gestiones que no están al alcance nuestro, si bien, si están al alcance de la gerencia de Paraná Metal, pero vemos que con gestiones y con agilización por parte del Estado se puede llegar mucho más rápido, porque en realidad esta planta puede llegar a producir, actualmente, unas tres mil toneladas mensuales, con lo cual estarían trabajando todos los compañeros. Para octubre solamente tiene garantizadas 1700, 1800 toneladas y con un máximo de trabajadores de entre 300 y 400 personas, porque lo duro, la producción que más hace falta que son blocks son muy pocos, así que en busca de eso vamos a ir mañana.

¿Qué significaría la salida de Cristóbal López?

El retiro de Cristóbal López nos cambia el escenario y nos obliga a negociar en condiciones muy diferentes a las que hemos negociado hasta ahora.

Nosotros vamos a encarar de la misma forma la situación y vamos a ver cómo sacamos Paraná Metal adelante, teniendo en cuenta que los compañeros hace 30 días que no cobran, ese es un dato importantísimo que se están sosteniendo con donaciones, con asistencia social, con la solidaridad del pueblo y con lo que puede conseguir la organización. La situación es por demás complicada tanto para los compañeros activos que están pasando esta situación, como con los compañeros que se tuvieron que acoger al retiro voluntario y al plan de jubilaciones que tampoco están cobrando, ellos no están cobrando; a los compañeros que se han retirado les deben cuatro quincenas, a los compañeros activos les deben dos.

Estamos en una situación verdaderamente complicada desde el punto de vista económico, desde el punto de vista político y desde el punto de vista en la práctica, porque si la planta sigue con las puertas cerradas los clientes van a buscar quien les sustituya la producción que le estaba haciendo Paraná Metal hasta el momento.

¿En el caso de cierre, se pueden presentar para autogestionar la empresa?

Nosotros ya nos hemos presentado para auto gestionar la empresa; tal es así que gracias a que nos hemos presentado, la jueza no ha dictaminado la quiebra. Pero se presentan varias dificultades, una es lograr que las terminales compren a la cooperativa, otra es conseguir el capital de trabajo inicial y por último, la planta está cerrada a la producción, y con cero stock, no hay insumos para arrancar. Por eso decimos que necesitamos el apoyo sólido por parte del Estado tanto nacional como provincial.

¿Qué te hace pensar que se cumplirán los compromisos adquiridos tanto por el Estado como por la empresa?

Pienso que el Estado va a cumplir con su compromiso de ayuda para sacar adelante a Paraná Metal, porque una cosa es cuando se plantea el compromiso en el marco de una negociación y otra cosa es cuando se dice en el marco de un conflicto que está tan instalado en la calle.

Hasta el momento hemos tenido algún grado de respuesta, pero lo que estamos planteando es una cuestión más de fondo, una cuestión de política con el autopartismo, con respecto al comercio con Brasil. Hay un déficit automotriz anual de seis mil millones de dólares y dentro de ese déficit están las fábricas como las nuestras que están, desde hace unos cuantos años en crisis permanente.

¿Sos optimista con respecto al desarrollo de este conflicto?

Te diría que en realidad no soy de las personas de pesimismo u optimismo, trato solamente de manejarme con objetividad. Lo que sí estoy viendo es que se nos está complicando el panorama, como te decía hoy, el escenario nos cambió radicalmente desde el viernes hasta hoy y veo que es cada vez más difícil encontrar una solución en el corto plazo y las necesidades de los trabajadores son en el corto plazo. Entonces bueno, estamos en esta contradicción de querer continuar con la empresa, que podría ser no antes de mediados de fin de mes y el compañero tiene la necesidad hoy. Veo la predisposición de los compañeros de que la fábrica siga y la palabra del Estado de apoyar a que la fábrica siga en marcha. Puede ser porque el Estado no quiere generar conflicto social o puede ser porque realmente le interese, porque esta es una fábrica que se la podría denominar estratégica. Es la tercera fábrica en Sudamérica en tamaño. No es menor, es la más grande de toda la Argentina, o sea la que le sigue a esa planta es cuatro veces más chica, las dos más grandes están en Brasil. No hay otra planta como esta. Creo que desde el punto de vista estratégico se le debe dar otro tratamiento; y veo también que por parte de la gerencia de Paraná Metal hay un atisbo de decir “bueno, encontremos una solución”. No significa que vayamos a estar de acuerdo con lo que están planteando, por favor que no se me mal entienda.

Nosotros vamos mañana, con un eje fundamental que es ver cómo reactivamos la planta, tener por lo menos un acuerdo transitorio hasta ver cómo nos encaminamos con la nueva distribución de producción y ver también cómo evoluciona el mercado.

¿Cuál es la repercusión del conflicto en la población de Villa Constitución?

Está planta normalmente producía $8.500.000 por mes, en sueldos. En Villa Constitución, vos calculá que quedaba $5.500.000. Estamos hablando de una población de 50 mil habitantes, que desde hace más de un año están sufriendo un impacto negativo.

Hoy en día ya el crecimiento de la industria automotriz es indiscutible y el crecimiento de Paraná Metal es totalmente discutible porque no hemos crecido absolutamente nada. Así que para Villa y la zona desde San Nicolás hasta Rosario, sobre todo para Villa tendría un impacto terriblemente negativo en la sociedad.

Los cortes en la ruta, se mantendrán de forma intermitente, hasta que se encuentre una solución definitiva a la difícil situación de los Trabajadores de Paraná Metal.

(Agencia FeTERA)

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